martes, octubre 04, 2005

Rebeldía TM

Artículo sin intención de herir susceptibilidades, es algo de lo que lamentablemente me enteré hace poco.

"Darks", "punks", "villeros", "fanáticos del Ché Guevara" y gran cantidad de adolecentes predican alegremente su rebeldía y caminan orgullosamente por las calles exhibiendo su personalidad diferente e innovadora. Ante un sistema al cual condenan constantemente ya sea con divagaciones pseudofilosóficas o críticas infundadas estos jóvenes no tienen mejor idea que manifestar esa rebeldía en su manera de vestir. ¡Vaya manera manera de vencer a la sociedad tiránica y represora! ¡Habrán de temblar los conservadores retrógrados ante esta nueva corriente de inconformismo! ¿Inconformismo? ¿Rebeldía? ¿O simplemente la manera más imbécil de ser una activo colaborador con empresas millonarias? Detrás de cada símbolo que estos rebeldes utilizan ciega e inconcientemente hay un empresario ve a estos jóvenes como un inmenso sector consumidor y que se hace rico con el inconformismo. El colmo de esta aberración llega con el merchandising de Ernesto "Ché" Guevara (vale aclarar que la familia Guevara no es exactamente la que se lleva las regalías). De este hombre que dio su vida por un mundo mejor combatiendo al capitalismo se elaboraron y se siguen elaborando productos con su cara. Aquél cuya revolución se limita a vestir prendas de Ernesto "Ché" Guevara es el perfecto ejemplo de la industria de la rebeldía, al mismo tiempo que es un incoherente, inconciente o un idiota.
Caso aparte el de los supuestos "villeros", que en contra de las personas a las que supuestamente emulan eligen cuidadosamente su indumentaria. Ahi radica la contradicción principal: un villero con ropa de marca adecuadamente seleccionada y arruinada, acompañada en muchos casos por un rosario de plástico. Basta con tener dos dedos de frente para notar que la realidad no es asi.
¿Qué pasa con las nuevas tribus derivadas de los antiguos grupos punk? Casi lo mismo, vale destacar que seguramente ninguno de estos tipos se paró alguna vez a intentar comprender la filosofía de sus predecesores.
Como en tantos otros campos necesitamos urgentemente un llamado a la conciencia. Hemos llegado a un punto en que el mismo concepto de rebeldía ha sido corrompido para convertirse en un ícono más del sistema al cual nuestros supuestos rebeldes combaten. Si la misma sociedad no rechaza todo ese inmenso conjunto de incoherencias nos veremos inevitablemente estancados en el sistema actual. Cualquier tipo de revolución ha de pasar por algo más profundo que la indumentaria.