"Actualizo" con la conclusión de un análisis que tuve que hacer hace unos días. Después mando el resto del trabajo ("deja ya de joder con la Triple A!")
Sería insensato suponer que la Triple A fue un fenómeno aislado. Lo mismo si creyéramos que la influencia de la Triple A se limitó al período 1973/1976, y que su actividad fue de la mano junto con el apogeo y la caída de López Rega.
Ahora bien: ¿hasta qué punto la lucha de las Tres A fue dirigida contra la “infiltración marxista”? ¿Cuánto anti-comunismo había en la Alianza Anticomunista Argentina? El único factor combativo relevante que se auto-proclamaba marxista-leninista era el Ejército Revolucionario del Pueblo, y hoy sabemos que la Triple A nunca les lanzó una ofensiva frontal. ¿Quiénes eran los que más sufrían? Aquellos mencionados en los manuales de Zepeda. ¿Cómo es que la Triple A juntó a jerarcas sindicales bonaerenses con criminales de guerra internacionales avalados por fanáticos como Le Pen? En definitiva: ¿asistimos al escarmiento del inexistente comunismo, o al de la Tendencia Revolucionaria del peronismo?
El objetivo de esta reflexión no es sumergirme en un puro análisis semántico, sino vislumbrar el objetivo que se planteaba López Rega. Hoy sabemos que Montoneros, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y la Juventud Peronista estaban lejos de buscar la dictadura del proletariado y la abolición de la propiedad privada. La “infiltración marxista” que a López Rega le preocupaba en Madrid era simplemente la tendencia combativa, el sector que luchaba para que Perón volviera después de casi 20 años a la Argentina, y el general sabía que necesitaba de esa tendencia.
¿Qué pretendía, entonces, López Rega con la Triple A? ¡Asegurarse la conducción del peronismo! Una vez muerto Perón, López terminaría de desplegar a su ejército y contaría con una espectacular fuerza de choque que le permitiera dar el golpe final a las bases obreras. ¿Y cómo podía tener un respaldo aún mayor? ¿Cómo lograr que los poderosos intereses internacionales avalaran su causa? ¡Utilizando el “fantasma del comunismo”!
Vale destacar que es poco probable que Robert Hill o la CIA se tomaran en serio la posibilidad de una Revolución Comunista en Argentina. Sin embargo, la democratización de un movimiento de masas tan poderoso como el peronismo hacían peligrar los intereses de los Estados Unidos, que querían consolidar una influencia hegemónica sobre una América Latina. Que debía estar, a su vez, en una situación de dependencia colonial. Así que apoyaron, entonces, al proyecto de autoritarismo político de la derecha y pusieron en contacto al Brujo con la Internacional Fascista. De golpe, todos los intereses se vieron luchando juntos: Estados Unidos construyendo su Argentina colonial, los elementos más fanáticos de la Internacional Fascista (batallando en su lucha bíblica contra el “comunismo”) y la miserable corte de López Rega y los sindicalistas traidores como Miguel o Rucci, dispuestos a “copar” el peronismo.
¿Y Perón? Durante toda su carrera política utilizó las contradicciones a su gusto y sacó el mejor provecho de ellas, pero engendró un movimiento contradictorio cuyas facciones quedaron enfrentadas a muerte. No pudo prever que, luego de su muerte, ya no sería capaz de manejar estas contradicciones que ya se le estaban yendo de las manos. Discutir sobre la ideología de Perón es como discutir sobre la presencia de nazis en la Argentina. ¿Era un político excepcional que buscaba la conciliación con todas las tendencias para darle lo mejor al pueblo argentino? ¿O era un manipulador inescrupuloso y carente de ética al que sólo le importaba el poder? Cuestión ideológica que no me siento capaz de analizar. La figura de Perón representa mucho para algunos y despierta un visceral rechazo en otros, y hay un sinfín de argumentos para defender ambas posturas. Si se toma la primera, el peronismo debe realizar una sincera autocrítica para reconocer las consecuencias de las contradicciones. Si se toma la segunda, hay que reconocer que el peronismo logró avances innegables que marcaron profundos cambios en la sociedad argentina.
Es de suma importancia saber que estos pensamientos de ultraderecha sobrevivieron a la década del 70 y sobreviven hasta el día de hoy. La infame aberración que López Rega comandó implicaba intereses mucho más trascendentes que los de él y la derecha peronista. Es así que la Triple A fue absorbida por la dictadura y por la Internacional Negra. Pero es estrictamente necesario apelar a la memoria y a la conciencia política.
Hoy en día se habla de “la época de la ‘subversión’”, y son cada vez más las personas que adhieren a la insultante y simplista “teoría de los 2 demonios”. Otros, directamente, reivindican a los militares olvidando que eran ellos los que, directa e indirectamente, habían iniciado y fogueado la violencia descontrolada.
La falta de memoria es lo que permite que el día de hoy, la página web de la UOM muestre José Ignacio Rucci y a Augusto Vandor como “luchadores destacados del peronismo”, mártires víctimas de infames y cobardes asesinatos. La misma página que muestra a Lorenzo Miguel como un héroe de la conducción sindical.
Sólo mediante la memoria es posible evitar caer en los errores del pasado. Sólo la cultura política de un pueblo hace que este no sea víctima del extremismo y de la violencia paraestatal presentada como solución definitiva.
martes, agosto 14, 2007
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1 comentario:
Holissss.... Como siempre un gusto leer tu blog...
Con respecto a este tema, por un lado espero la otra parte, pero llevo una idea conmigo, que es cuando los extremos se tocan. Es cierto y coincido con la negrura ideológica de la Triple A. Pero por otro lado, se que los caidos, perseguidos y desaparecidos, llevaban el germen de una generacion "peligrosa", conocian lo que era la dignidad, y cualquier cosa no alcanzaba. Aunque no creo en un único enemigo, soy una convencida de que los extremos se tocan, y el fantasma de la extrema izquierda, no era mas que otro producto de la extrema derecha. Tengo mis dudas por algunos de los sobrevivientes "revolucionarios", que para mi no son mas que entregadores, fascistas encubiertos de izquierdistas. Quizas algun día se corra el velo que cubre muchas verdades. ESpero la otra parte. Un abrazo!!
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