Oliva y "el Nacio"

Dedicado a los alumnos del Colegio Nacional Rafael Hernández y a todo aquel que se harte de leer a Gustavo Oliva en los diarios.

El señor Oliva es un político de manual muy habilidoso. El discurso es su fuerte ("¡Hola Nacio!") , y puede obtener fácilmente los aplausos y ovaciones del alumnado. Pero no le gusta que lo contradigan. Ante las críticas directas en un acto público este simpático hombre de eterna sonrisa se convierte en un irritable que murmura de manera despectiva y ni se molesta en defenderse (recordarán algunos una polémica reunión). Pero sabe evitar que esto ocurra. El hombre del eterno celular de última generación prepara bellos discursos con ensayadas pausas dramáticas a la hora de dirigirse a la totalidad del alumnado, cuando se trata de temas que no afecten ni remotamente su gestión. Es otro el manejo que se hace cuando pretende implementar la votación de los alumnos para las elecciones de Director (recordemos que es un colegio con 3er ciclo de EGB) o despedazar al opositor centro de estudiantes. Nuestro pequeño Maquiavelo se vale de discursos parecidos aplicados a una cantidad de alumnos mucho menor, lógicamente más manejable. Claro que hay excepciones, en las cuales algún grupo "de ultraizquierda" (como se encargan de definirlos sus amigos del diario "El Día") se manifiesta en su contra, y es allí cuando conocemos a este otro sujeto.
Nadie nota que arroja las piedras sin dirijirlas a nadie. Recordarán que el año pasado hubo un gran escándalo mediático por los dos alumnos que ingresaron alcoholizados y drogados al colegio. Nuestro buen director decidió hacer un acto en el que grandes personalidades especializadas nos instruyeran sobre el consumo de alcohol. Resultó llamativo ver cómo una proyección de diapositivas mostraba un recorte de diario con una entrevista a un empresario cervecero, que explicaba claramente cómo orientaba su campaña hacia los jóvenes. Ah! Malvado empresario corruptor de mentes! Qué repugnante, hay que hacer algo! ¿Y cómo? Es un misterio, porque cuando el texto citaba a este tal "Marcelo" ¡el apellido estaba censurado!
¡Bravo señor Oliva! ¡Un aplauso para usted! Incita a los jóvenes al buen comportamiento, quedando bien al mismo tiempo con los verdaderos culpables. Mediante este tipo de manejos nuestro amigo se asegura un importante escalón en la gran escalera del político chanta y demagogo. Si este bombardeo mediático continúa el día de mañana no sólo va a asegurarse los votos de los hoy radiantes alumnos y sus respectivos padres, sino también de cualquiera que lea un diario.
Deje de hacer política, señor Oliva. Abandone por favor esa demagogia burda con la que se maneja. Limítese a dirigir, no a figurar en los medios. Limítese a enseñar, no a lavar cerebros. Somos personas además de votos. Haga una buena gestión, si lo consigue le valdrá un merecido reconocimiento.

Nota: recientemente nuestro amigo dio cátedra de sus conocimientos en materia Educación dentro del espacio que le dio el programa "Crónicas picantes", próximamente un nuevo artículo.