Un brindis por Zapatero

José Luis Rodríguez Zapatero es un hombre de admirable coraje. En un país donde la Iglesia Católica es muy poderosa, el presidente de España legalizó el matrimonio entre parejas homosexuales y ahora va por la Ley Orgánica Educación. La respuesta por parte de la Iglesia Católica y la derecha reaccionaria no se hizo esperar. Con una manifestación de 1 millón y medio de personas, estos grupos respondieron a un proyecto de ley que pretende acabar con la obligatoriedad de la materia "Religión" (católica, vale aclararlo). Los manifestantes exhibían pancartas de alto contenido intelectual del calibre de "Zapatero es como un ciclón, destruye familia, nación y educación", "Zapatero masón, deja en paz a la religión" o "ZP pisotea los derechos de los padres". Lejos de pretender llevar a cabo acciones tan nefastas, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega respondió que la Religión no debe imponerse en la escuela como una materia obligatoria ni evaluable y que "no debe condicionar el futuro de los estudiantes a la hora de decidir si quieren ser médicos, matemáticos o jardineros". Queda en claro para el lector que medidas como esta sirven, al contrario de la opinión de la Iglesia Católica, para crear un ámbito igualitario entre los miembros de una sociedad. Lógicamente, se trata de una sutileza imperceptible para una institución que en casi 2 milenios no ha encontrado otra clase de subsistencia que no sea el avasallamiento de las masas.
Un brindis por Zapatero y su gabinete, con medidas que sirven como ejemplo a otros países para construir una sociedad mejor, más justa y libre.